martes, 14 de junio de 2016

Un profesor universitario utiliza la película 'Matrix' para impartir su asignatura y mejorar la condición física de sus alumnos



Un profesor de la Universidad de Granada (UGR) ha utilizado la popular trilogía de ciencia ficción Matrix, para impartir la asignatura Fundamentos de la Educación Física durante el curso académico que está a punto de finalizar. Ya el año pasado Isaac J. Pérez López, del Departamento de Educación Física y Deportiva utilizó la serie Juego de Tronos como hilo conductor de esta materia.

El objetivo de este proyecto de gamificación, denominado MatrixrEFvolution, ha sido motivar y favorecer el aprendizaje de los alumnos, “y formarlos como futuros profesionales CCC, es decir, con conciencia crítica, creatividad y compromiso, desde el convencimiento de que son tres pilares fundamentales como futuros docentes”.

El profesor Pérez-López, disfrazado de Neo. 
Como explica Pérez López, aunque el proyecto comenzó oficialmente en febrero,“todo arrancó varios meses antes, cuando los futuros alumnos de mi asignatura, al igual que Neo, el protagonista de Matrix, recibieron en sus correos un primer mensaje enigmático para despertar su curiosidad y ganas de comenzar la asignatura, que decía “Wake up _ _ _ …”
Una vez que arrancó el curso, la ambientación giró en torno a un grupo de rebeldes, habitantes de Sión, que forman parte de la resistencia a Matrix y cuya finalidad no es otra que la de convertirse en hackers educativos y desarrollar todo su potencial para llegar a ser los Elegidos y, de este modo, conseguir liberar las mentes de muchos docentes, presa de Matrix. 

Los agentes Smith eran exalumnos del curso anterior, a los que se identificaba con una chapa con la imagen de dicho personaje, y cuya misión era capturar –fotografiar– a los potenciales elegidos en la facultad. 

Los 61 participantes han afirmado “sentirse realmente como el protagonista de Matrix, hasta el punto de experimentar las mismas emociones de angustia y miedo que él durante la primera fase del proyecto, esto es, el reclutamiento”.

“Esto tiene un enorme potencial formativo, tanto por tener que ser capaces de gestionar esas emociones como por la necesidad de planificar su día a día en la facultad (cómo, cuándo y de qué manera acudir, salir y moverse por ella para no ser fotografiados”, explica el profesor Pérez-López.

El proyecto MatrixrEFvolution tuvo como plataformas principales las redes sociales Facebook, donde hubo un grupo secreto cerrado, que luego se hizo público; y Twitter, y se ha desarrollado en cinco fases distintas, cada una de ellas configurada en torno a una misión.  “Cada fase contaba con diferentes retos o actividades planteadas con la finalidad de aumentar la motivación de los alumnos, tratando siempre de ser lo más fieles posible al propio guión de la película para no perder credibilidad, lo que también favoreció dicha motivación”, explica el profesor de la UGR. Y añade sobre este proyecto de gamificación que “ya que los alumnos, además de haber aprendido los contenidos de la asignatura, han mejorado su condición física y su salud al estar huyendo de los centinelas corriendo, montando en bici o nadando de tres a cinco días a la semana con una intensidad vigorosa o moderada respectivamente. Es un ejemplo de que tanto aprender como mejorar la salud puede hacerse al mismo tiempo que se pasa bien y se disfruta".


lunes, 13 de junio de 2016

¿Hay alimentos que nos dan asco de nacimiento?




Nariz arrugada, ojos cerrados, ceño fruncido, labio superior elevado, lengua fuera... Así es la expresión de nuestro rostro ante algo que nos repugna. Una cara acorde con la definición del asco como “repulsión ante la perspectiva de la incorporación oral de una sustancia perniciosa”, tal y como lo concibe Paul Rozin, psicólogo estadounidense experto en la relación de los humanos con la comida.
Cuenta la periodista Elena Sanz en la revista Preguntas y Respuestas n.º 36 de Muy Interesante que los bebés ponen esta cara cuando se les da algo amargo –como el café o el cacao puro–, un sabor que nos causa aversión innata porque se vincula a alcaloides tóxicos que podrían envenenarnos. También nacemos con un rechazo instintivo hacia los picantes demasiado intensos, como el del chile, fruto vegetal que contiene capsaicina. 

Esta es una sustancia natural destinada a disuadir a los mamíferos hambrientos. Así que hay alimentos que nos repugnan de nacimiento por razones de supervivencia. 

Sin embargo, los adultos beben cantidades ingentes de café y condimentan la comida con chile, y muchos disfrutan cuando les arde la boca con un potente picante. ¿Por qué? Por la exposición repetida a estos sabores y por lo que Rozin denomina masoquismo benigno: aprendemos a disfrutar de la sensación que nos producen.





miércoles, 1 de junio de 2016

Convierten la resonancia magnética en una atracción divertida para los niños



El ingeniero Doug Dietz contemplaba orgulloso el último modelo de resonancia magnética que había diseñado para General Electric. Veía el aparato instalado en un hospital estadounidense, a punto de ser utilizado, pero su expresión cambió al toparse con la cara de pánico de la niña que iba a estrenarlo. Entonces, se agachó para colocarse a su altura, se fijó en su invento y en el entorno y cayó en la cuenta de cómo intimidaban, según informa la revista SALUDABLE n.º 7 de Muy Interesante.


En ese momento empezó a darle vueltas a la cabeza para convertir esa experiencia traumática en algo agradable para los niños. Pensó que lo mejor era aprovechar la fantasia infantil y transformar la visita al hospital en lo más parecido a un juego. Para ello se lanzó a decorar las salas y el aparato hasta convertirlos en un submarino, un barco pirata o una nave espacial. Así, hasta nueve escenarios distintos. La iniciativa se ha extendido por muchos hospitales del mundo, como el San Juan de Dios de Barcelona.


En las nuevas instalaciones, la expresión de terror de los pequeños desaparece, se muestran colaborativos y la sedación que necesitaba el 80% para tranquilizarse se reduce a un 5%. Dietz explica en sus conferencias que el mejor indicador del resultado fue la reacción de una niña que, tras la resonancia, fue corriendo hacia su madre para decirle con una sonrisa: “¿Mamá, podemos venir mañana?”