sábado, 24 de octubre de 2015

El secreto para mantener un cerebro joven: el ejercicio físico

Es ampliamente sabido entre los especialistas que nuestra condición física se refleja en nuestra aptitud mental, especialmente a medida que envejecemos. ¿Cómo estar en buena forma física afecta a nuestro cerebro envejecido? Recientes estudios de neuroimagen, que permiten a los científicos ver las diferentes partes del cerebro en acción en respuesta a estímulos concretos, han proporcionado algunas pistas en estas dirección. Sin embargo, hasta ahora ninguna investigación había vinculado directamente la activación cerebral con el rendimiento físico y mental. La revista Neuroimagen se hace eco de un nuevo y emocionante trabajo dirigido por el doctor Hideaki Soya, de las Universidad de Tsukuba, en Japón, que muestra por primera vez la relación directa entre la actividad del cerebro, la función cerebral y la aptitud física en un grupo japoneses mayores. Soyas y sus colegas comprobaron que los hombres en buena forma física mostraban mejores habilidades cognitivas que aquellos que no realizaban ejercicios de forma habitual. Es más, los primeros hacían uso de las partes del cerebro estudiadas del mismo modo que en la juventud desempeñaron mejor mentalmente que los hombres menos aptos, mediante el uso de partes de sus cerebros en la misma forma que en su juventud. A medida que envejecemos, usamos diferentes partes de nuestro cerebro que cuando éramos jóvenes. Por ejemplo, en esta etapa de la vida utilizamos principalmente el lado izquierdo de nuestra corteza prefrontal para gestionar las tareas mentales que involucran la memoria a corto plazo, la comprensión del significado de las palabras y la capacidad de reconocer sucesos, objetos o personas con las que hemos interaccionado anteriormente. Al envejecer, por el contrario, tendemos a usar las partes equivalentes de la corteza prefrontal del lado derecho para ejecutar estas mismas tareas.

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