lunes, 26 de octubre de 2015

Los alimentos sin gluten no son más sanos, pero sí más caros

A pesar de la sobredimensionada popularidad de la que gozan los alimentos sin gluten, no hay ningún estudio que avale su supremacía nutricional frente a los que incluyen este conjunto de proteínas presentes en las harinas de numerosos cereales de secano, como son el trigo, la avena, la cebada y el centeno, salvo en el caso de las personas que son intolerantes a ellas. En efecto, la disponibilidad y la variedad de alimentos libres de gluten es importante para garantizar una dieta satisfactoria y segura a los pacientes con enfermedad celíaca (EC), que afecta al 2 % de la población y que puede presentarse a cualquier edad. De origen genético y naturaleza autoinmune, la EC se manifiesta por una intolerancia al gluten cuyo síntoma característico es una inflamación crónica y difusa de la mucosa del intestino delgado. De ahí que los afectados deban evitar los alimentos que contienen gluten. Sin embargo, la publicidad ha logrado que se extienda en toda la población de que los alimentos carentes de esta proteína son saludables, más incluso que los mismos que la incluyen. Un nuevo estudio publicado en PeerJ. revela que los productos sin gluten no son nutricionalmente superiores a los que tienen gluten, ni más sanos, pero sí resultan ser más caros. Así, la proporción de hidratos de carbono, grasas y fibra son prácticamente idénticas en los alimentos con y sin gluten. Estos últimos gozan de un menor contenido en proteínas, sal y colesterol, y varían ligeramente en vitaminas y minerales respecto a sus homólogos con gluten, pero estas diferencias se equilibran si se sigue una dieta equilibrada. Como insisten los autores del estudio, la gran diferencia radica en el precio: los productos elaborados sin gluten llegan a costar 2,5 veces más.

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