Un grupo de paleontólogos acaba de reconstruir el modo de vida y alimentación que tendrían los primeros equinodermos, hace más de 500 millones de años. El equipo internacional, formado por británicos y españoles, ha combinado las técnicas más sofisticadas utilizadas en ingeniería para recrear cómo el agua marina interactuó con un fósil de hace medio billón de años.
El fósil en cuestión, que se llama Protocinctus mansillaensis, es un pequeño animal de poco más de dos centímetros que está considerado como uno de los equinodermos más antiguos del registro fósil, grupo de animales al que pertenecen, por ejemplo, las estrellas y los erizos de mar. El fósil fue encontrado hace una década en las rocas cámbricas del Moncayo, en Zaragoza (España).
Samuel Zamora, investigador del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), cuenta que encontró los fósiles mientras realizaba su tesis doctoral en la zona, durante unas excavaciones que financió el Gobierno de Aragón y que permitieron poner en valor esta región como una de las más ricas de España en fósiles de l periodo Cámbrico.
Para realizar el estudio los fósiles fueron escaneados en 3D, reconstruidos por ordenador y luego sometidos a simulaciones de dinámica de fluidos. Gracias a este trabajo, los investigadores han deducido que estos animales se alimentaban haciendo pasar el agua por su boca de manera activa y capturando el alimento mediante una faringe interna. Este modo de alimentación es muy distinto al que utilizan hoy en día los equinodermos más primitivos, como los crinoideos o lirios de mar, que simplemente esperan a que la comida llegue a ellos de forma pasiva.
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