Este descubrimiento se considera uno de los mayores avances desde hace más de un siglo en el reto de predecir dónde puede producirse
la metástasis tumoral. Los investigadores han descubierto que los tumores primarios envían sondas mensajeras capaces de transformar el ambiente en los órganos metastásicos, de
forma que se vuelva acogedor para las células tumorales. Además, estos destacamentos del tumor llevan distintas etiquetas moleculares que, a modo de código postal, les permiten anidar en órganos
específicos. El hallazgo ayudará a definir el mejor tratamiento para
cada paciente, y a vigilar la aparición de metástasis. Y más a largo
plazo, el descubrimiento de cómo se
decide el destino de las metástasis será esencial para interceptar los primeros estadios de su formación, según adelanta en una nota de prensa el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas.
El hallazgo ayudará a definir el mejor tratamiento para cada paciente, y a vigilar la aparición de metástasis. Y más a largo plazo, el descubrimiento de cómo se decide el destino de las metástasis será esencial para interceptar los primeros estadíos de
su formación
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