miércoles, 20 de enero de 2016

Descubren una pareja de proteínas que controla el crecimiento del corazón

Un estudio del CNIC relaciona por primera vez las proteínas p38 gamma y p38 delta con la función del corazón, y abre la posibilidad de diseñar nuevas terapias para tratar los fallos cardiacos provocados por el excesivo crecimiento del corazón. 



Investigadores del Centro Nacional de InvestigacionesCardiovasculares Carlos III (CNIC) han identificado dos proteínas cuya función es controlar el crecimiento del corazón y su adaptación a la presión arterial alta o hipertensión. Los resultados, que se describen en Nature Communications, no solo ayudan a comprender mejor los mecanismos que utilizan las células cardiacas para crecer y adaptarse, sino que además, explica la doctora Guadalupe Sabio, podrían servir para diseñar nuevas estrategias para tratar los fallos cardiacos provocados por el excesivo crecimiento del corazón. En concreto, en este estudio realizado por las investigadoras del CNIC Bárbara Gonzalez-Terán y la doctora Sabio se ha descrito por primera vez que dos proteínas, la p38 gamma y la p38 delta, controlan el crecimiento de la bomba vital.

el ejercicio físico excesivo, la hipertensión arterial y la obesidad pueden provocar un crecimiento excesivo del corazón, una situación que aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. De ahí la importancia de este reciente descubrimiento, que relaciona por primera vez las proteínas p38 gamma y p38 delta con la función cardiaca. En concreto, el grupo dirigido por la doctora Sabio ha comprobado que esta pareja proteíca regula el crecimiento del ventrículo izquierdo, la cámara principal de bombeo y la cavidad más grande y más fuerte del corazón. Las investigadoras han demostrado en roedores que aquellos que no poseen estas dos proteínas tienen un corazón más pequeño, aunque perfectamente funcional, que es incapaz de responder frente estímulos externos, como puede ser la presión arterial alta.
Los científicos saben que el corazón adapta su tamaño en función de las necesidades de cada etapa de la vida. De este modo, va creciendo de forma normal según lo hace nuestro cuerpo e incluso durante la etapa embrionaria. Sin embargo,


“La nueva información podría facilitar el diseño de nuevas estrategias para luchar contra las anomalías cardíacas provocadas por el crecimiento anómalo del músculo cardíaco”, señala la doctora Sabio. Hasta ahora la única vía de evitar este crecimiento excesivo se basa en el control de la presión arterial, por lo que el hecho de conocer los genes que controlan este proceso ayudará a entender mejor las formas comunes de las enfermedades cardíacas y a comprender cómo el corazón es capaz de adaptarse y crecer de manera fisiológica en función de las necesidades del organismo.


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