Retratos de perro con mucha guasa, por la fotógrafa Elke Vogelsang

Scout, Ioli y Noodles son tres simpáticos chuchos españoles adoptados por Elke Vogelsang, fotógrafa alemana especializada en mascotas que ha capturado sus gestos y cambios de humor para componer una antología de expresividad perruna.

Esta historia con final feliz, que te contamos en el libro de fotografía Vida salvaje de Muy Interesante, empezó en la mañana de un trágico día de Navidad de hace unos años, cuando Elke Vogelsang encontró a sus dos perros –Noodles y Scout– ladrando nerviosamente ante la puerta del cuarto de baño de su casa. Elke, alarmada, la abrió para descubrir a Carsten, su marido, inconsciente en el suelo: había sufrido una hemorragia cerebral, pero la rapidez con la que fue trasladado a un hospital le salvó la vida. Los dos fieles chuchos adoptados en España por esta pareja alemana habían evitado –¿sin pretenderlo?– la muerte de su amo. El tiempo que siguió estuvo lleno de sufrimiento e incertidumbre. Carsten tardó semanas en salir del coma y pasó meses sin recobrar la memoria a corto plazo. Durante ese periodo, Elke había comenzado a fotografiar a sus perros –a los que ya se había unido Ioli, también adoptado y también de origen español– con la intención de aliviar su pena y distraerse. Cada día les hacía al menos un retrato, para que su esposo se animara y pudiera tener un diario visual de cómo habían vivido sus adoradas mascotas cuando él no estaba. Lo que arrancó como una especie de terapia se convirtió en una obsesión para Elke, atrapada por esta tarea hasta el punto de abandonar su trabajo como traductora y convertirse en fotógrafa profesional. Ahora, su proyecto se ha materializado en un libro de imágenes de sus tres compañeros de cuatro patas titulado Nice Nosing You: For the Love of Life, Dogs and Photography.

  

Noodles, Ioli y Scout han resultado ser unos modelos consumados y algo caprichosos, según su dueña y retratista, que también fotografía a otros animales por encargo. Los tres se han acostumbrado al objetivo, ante el que despliegan su buen humor y sus enfados, su aburrimiento y su diversión, su tranquilidad y su inquietud. Elke los considera su “alegría e inspiración”, e inmortaliza a modo de homenaje a “la vida, los perros y la fotografía”.