jueves, 14 de enero de 2016

Las orcas y delfines de los mares europeos muestran altos niveles de bifenilos policlorados

Delfín listado. Foto: Àlex Aguilar, IRBio-UB.

Un estudio internacional constata las altas concentraciones actuales de PCB en orcas y delfines de aguas europeas.


 Los niveles actuales de PCB, más de treinta años después de su prohibición, son excesivamente altos en aguas europeas, tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo, donde la concentración es más elevada. Los delfines y las orcas, depredadores marinos situados al final de las largas redes alimentarias marinas, son un segmento de la biodiversidad particularmente afectado por estos contaminantes

Un estudio liderado por la Sociedad Zoológica de Londres en el que investigadores de la Universidad deBarcelona han tenido un papel determinante alerta sobre la elevada concentración de bifenilos policlorados o PCB —contaminantes químicos del grupo de los organoclorados y de origen industrial— en las poblaciones de cetáceos de aguas europeas. “El estudio ha permitido obtener una imagen global de las tendencias de los últimos veinticinco años, y se ha podido ver en el tejido de los cetáceos que los niveles actuales de PCB, más de treinta años después de su prohibición, son excesivamente elevados en aguas europeas, tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo, siendo en este mar mucho más elevados”, explica Àlex Aguilar, director del Instituto de Investigación de laBiodiversidad de la Universidad de Barcelona (IRBio-UB) y uno de los expertos que ha liderado la investigación.

El trabajo, publicado en Scientific Reports, está basado en estudios a largo plazo del tejido de 1.081 cetáceos, entre ballenas, delfines y marsopas, y ha permitido establecer que las orcas (Orcinus orca), los delfines mulares (Tursiops truncatus) y los delfines listados (Stenella coeruleoalba) en Europa son las especies que contienen las concentraciones más altas del planeta de bifenilos policlorados.

Manada de orcas.

 Las concentraciones de estos productos químicos tienden a permanecer más elevadas cerca de las zonas industriales y centros urbanos densamente poblados; por lo que las aguas europeas son especialmente vulnerables. Concretamente, los investigadores han determinado que las áreas centrales y del oeste del Mediterráneo, del suroeste de la península ibérica, del golfo de Cádiz y del estrecho de Gibraltar son puntos críticos para estos mamíferos; ya que en ellos se han encontrado concentraciones por encima de los 40 mg/kg. “Aunque las concentraciones de PCB son ahora menores que las de los años 1980 y 1990, aún se encuentran por encima del umbral que se considera peligroso para los predadores marinos, principalmente los delfines y las orcas. Por tanto, hay que seguir controlando la evolución de estos contaminantes en las próximas décadas”, afirma Assumpció Borrell, investigadora del IRBio-UB que ha participado en el estudio.


Aunque tras su prohibición en 1977 se ha registrado una reducción inicial de PCB durante dos décadas, en épocas recientes los niveles de estos contaminantes químicos permanecen estables y aún se encuentran en el medio ambiente en concentraciones elevadas. Por efecto de la lluvia, los PCB han sido lavados de la tierra poco a poco y llevados a los océanos, donde se acumulan. Puesto que no pueden ser excretados ni degradados por los organismos vivos, estos contaminantes se fijan en sus tejidos y se acumulan progresivamente a lo largo de las cadenas alimentarias, llegando a concentraciones muy altas en los animales depredadores terminales, como los grandes cetáceos y los mamíferos.


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