Contrariamente a lo que se pueda pensar, el frigorífico
lleno consume menos electricidad que uno vacío. La explicación se basa en que
los alimentos acumulados en su interior, una vez enfriados, contribuyen a mantener
esa temperatura baja, y el termostato no tiene que reactivar el motor con tanta
frecuencia, cosa que sí ocurre cuando los estantes están vacíos y solo las
paredes mantienen los grados. Así, una nevera llena –sin estar atestada, para
que no deje de correr el aire frío– se defiende mejor de la descompensación que
suponen las aperturas de puerta, sobre todo cuando la indecisión nos hace
alargarlas hasta saber qué coger.
Fuente: revista Muy Interesante n.º 419 de abril
Siempre nos aseguramos de darle consejos de eficiencia y ahorro energético a nuestros clientes. Desde nuestro sector puedo decir que los neveras son cada vez más eficientes, pero sin embargo queda aún mucho trabajo por llevar a cabo. Si los gobiernos financiaran más un "plan renove" de electrodomésticos, veríamos otra situación desde hace tiempo. Sin duda esta es una de las páginas que recomendaremos leer.
ResponderEliminar¡Buen trabajo!
Gracias.
Un saludo,
Jaime
Reparación de nevera madrid