Las mujeres solían tener un
campeón que defendía su honor, pero se conocen casos de duelistas femeninas,
sobre todo a finales del siglo XIX, cuando los movimientos de emancipación
empezaron a defender la necesidad de que las nuevas mujeres luchasen por sí
mismas y no se escudasen en hombres, ya que eso era reconocer su
inferioridad.
Según explica José Ángel Martos en la sección Historia de la revista Preguntas y Respuestas n.º 36 de Muy Interesante, uno de los duelos más sonados
sucedió en 1886. Rivales: la francesa Marie-Rose Astié de Valsayre y una tal
miss Shelby, estadounidense. Motivo: una discusión sobre si las doctoras de
sus respectivos países superaban a las otras en conocimientos (eran los
inicios de la mujer en las facultades de Medicina). Ganó la europea.
Seis años después hubo otro
famoso duelo, esta vez con dos princesas como protagonistas: la vienesa
Paulina de Metternich y la rusa Anastasia Kielmansegg. Ambas eran conocidas y
solicitadas aristócratas de la corte de Viena, y esto las hacía rivalizar
constantemente. La causa del duelo fue el desacuerdo en el arreglo floral
para un evento. La cita tuvo lugar en Vaduz, capital de Liechtenstein; y
también eran mujeres las testigos –una princesa y una condesa– y la médica
–una baronesa–.
La lucha fue a pecho
descubierto, pues la doctora temía que un tejido entrara en las heridas y las
infectara. En el enfrentamiento a tres asaltos, la vencedora fue Paulina, que
reclamó la primera sangre por una estocada en el brazo de Anastasia. Desde
entonces, muchos de los duelos femeninos se celebraban en toples.
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viernes, 8 de abril de 2016
¿Las mujeres también se enfrentaban en duelos?
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