Olvídate de lo que solemos ver
en las películas de ciencia ficción: si se diera tal cosa, ni explotaríamos
como un grano de maíz en un microondas, ni nos congelaríamos
instantáneamente, ni nuestra sangre empezaría a hervir, explica Miguel Ángel Sabadell en la revista Preguntas y Respuestas n.º 35 de Muy Interesante.
Lo que realmente
pasaría es que moriríamos asfixiados. Dentro de nuestro organismo hay oxígeno
suficiente para mantener nuestras células vivas unos quince segundos. Una vez
transcurridos, perdemos la conciencia para acabar muriendo en pocos minutos.
Quizá te estés planteando
aguantar la respiración, pero no es una buena opción. Por mucho que te
esfuerces, debido a la falta de presión existente en el espacio, el aire
acaba saliendo violentamente de los pulmones. Lo mejor que puedes hacer es
usar esa última bocanada para oxigenar la sangre.
Si tienes suerte y regresas a
la seguridad de la nave en poco más de un minuto es muy probable que no
sufras ningún daño permanente, salvo unos cuantos moratones y algo de
hipotermia. Pero más allá de eso... RIP. Mientras eso sucede, en nuestro
interior se empiezan a formar burbujas en los diversos fluidos corporales: es
el llamado ebullismo. Los únicos seres humanos que han muerto al quedar
expuestos al vacío del espacio fueron los tres tripulantes de la Soyuz 11, en
1971, cuando se despresurizó la nave durante la reentrada.
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viernes, 19 de febrero de 2016
¿Cómo moriríamos si nos perdiésemos en el espacio?
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