En la revista Muy Interesante N.º 417 de febrero destacamos que un nuevo estudio ha venido a confirmar lo que circula entre
la gente como un lugar común: ver el lado bueno de las cosas es positivo para
el organismo. Investigadores de la Universidad de Illinois, en EE. UU., han
analizado el vínculo entre optimismo y salud cardiaca en más de 5.100 adultos
de entre 45 y 84 años, y han concluido que “los individuos que muestran los
mayores niveles de optimismo tienen dos veces más posibilidades de encontrarse
en un estado cardiovascular ideal que aquellos más pesimistas”.
Además, esta asociación se mantuvo cuando los expertos
aplicaron los factores correctores atribuibles a las diferencias de edad y
estatus socioeconómico. Los autores del trabajo se valieron de siete patrones
para medir la salud cardiovascular de los sujetos: presión sanguínea, índice de
masa corporal, niveles de colesterol y glucosa, dieta, actividad física y
consumo de tabaco. Después cruzaron estos datos con los niveles de salud
mental, optimismo y bienestar físico que decían tener estos individuos. Los
resultados no dejaron lugar a la duda: los más positivos y animosos eran los
que poseían los corazones más fuertes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario