Muchos moradores de las selvas tropicales han hallado en el mimetismo más sofisticado su principal baza para la supervivencia. La evolución los ha convertido en réplicas casi perfectas de los colores y las formas de su entorno. Solo así acechan con éxito a sus presas o escapan al ojo de los depredadores..., pero no a la cámara de Paul Bertner.
A Paul Bertner, fotógrafo canadiense de treinta años, le
entusiasma su trabajo, dice Francisco Jódar en el reportaje Criaturas invisibles del libro Vida salvaje de Muy Interesante. Y le sobra paciencia. Para él, una jornada laboral
típica consiste en pasar dieciocho horas moviéndose por entornos inhóspitos con
el objetivo de captar imágenes de animales que no se dejan ver. Incluso de
especies que basan su supervivencia en el camuflaje. En ocasiones, Bertner
permanece tres horas inmóvil, a la espera de algo que delate la presencia de su
presa fotográfica: una levísima irregularidad en una superficie, un movimiento
apenas perceptible...
Y la calidad de la imagen nunca está asegurada. Bertner, que gasta hasta ocho meses al año viajando por el
mundo en busca de animales y parajes que fotografiar, ha permanecido durante
muchas semanas en los bosques y selvas lluviosos del Amazonas, Madagascar o el
sureste asiático a la caza de especies caracterizadas por su habilidad para
mimetizarse con el entorno, seres para los que la vida es una continua y
frenética competición de escondites y rastreos. Para él, “encontrar a esas
criaturas es a menudo cuestión de suerte, y otras solo de paciencia, aunque la
experiencia es un factor importante para advertir los signos que delatan dónde
están”.
Una
noche en el Parque Nacional de Bukit Barisan Selatan, en Sumatra, el
fotógrafo captó así una ninfa de chicharrita del género Ledrinae. |
¿Ves
algo en la rama superior de la foto? Esa protuberancia de la izquierda
es un ejemplar de una nueva especie de araña cangrejo gigante o araneomorfa.
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Un
geco de la especie Paroedura vazimba se camufla entre las hojas
muertas de los
nutritivos suelos del Parque Nacional de Ankarafantsika, en Madagascar.
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La
araña cangrejo de la especie Thomisus callidus se adapta a los colores
de las flores
sobre las que camina en el monte Isarog de la isla filipina de
Luzón.
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Una
pareja de gecos cola de hoja, Uroplatus phantasticus, de Madagascar,
se
confunde con las hojas secas de una planta.
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