La parálisis del sueño puede
ser el desencadenante de la falsa ilusión de ser víctima de un secuestro
alienígena, pero no es el único mecanismo cerebral que hay detrás de estas
experiencias paranormales, explica Elena Sanz en el dossier 10 fenómenos paranormales que publica en la revista Muy Interesante n.º 418 de marzo.
El neurólogo Michael Russo recurrió a un tipo
especial de electroencefalografía para demostrar lo que pasaba en la cabeza
de sus pacientes con migraña que aseguraban haber sufrido una abducción en la
que además fueron sometidos a crueles experimentos.
La característica que todos compartían
no era precisamente un implante metálico dejado por sus torturadores
marcianos, sino una serie de anomalías comunes en un área del cerebro, el
lóbulo temporal, encargada de procesar estímulos visuales y auditivos. Estas
zonas procesan ese tipo de datos sensoriales, pero también pueden inventarlos
y enviárselos a la región prefrontal, donde los pensamientos se vuelven
conscientes. Y la actividad eléctrica del cerebro en estos casos se parece
mucho a la de quienes sufren estrés postraumático.
La neurociencia ha probado
que el cerebro puede recordar cosas que nunca ocurrieron, incluida una
abducción por seres de otro planeta. Científicos del Instituto Tecnológico de
Massachusetts (MIT) vieron que
el proceso fisiológico de creación y recuperación de recuerdos reales es casi
idéntico al de las falsas memorias. Por eso, los supuestos abducidos no
inventan nada: viven la experiencia como si sus recuerdos hubiesen sucedido, concluye Elena Sanz.
|
miércoles, 9 de marzo de 2016
Las abducciones por extraterrestres tienen explicación científica
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario