El estudio del ejemplar de esturión capturado de forma
accidental en aguas asturianas en noviembre de 2010 revela que se trata de una
especie prácticamente inexistente en Europa. El pez, una hembra de más de dos
metros y 120 kilogramos de peso, nadaba en solitario y su procedencia se
desconoce. Los expertos de la Universidad Complutense de Madrid que han analizado
el animal no descartan que provenga de las costas atlánticas de América del
Norte y piden que se catalogue como especie en peligro de extinción.
El esturión que quedó atrapado en las redes de unos
pescadores en aguas asturianas
en noviembre de 2010 pertenece a la especie Acipenser
oxyrinchus, prácticamente
desaparecida en Europa. Así lo revela el estudio genético y
morfológico del animal
que han dirigido investigadores de la UniversidadComplutense de Madrid (UCM) y
que se publica ahora en la revista PLOS ONE.
Los expertos desconocen de dónde procede el esturión.
Existen numerosos ejemplares de esta especie en las costas atlánticas de
América del Norte, por lo que los científicos no descartan de que el ejemplar
pudiera llegar a las costas asturianas desde allí, tras un largo viaje. “Aunque
parezca sorprendente, las capacidades natatorias de la especie son muy
grandes”, asegura Benigno Elvira, investigador del departamento de Zoología y
Antropología Física de la UCM y autor principal del estudio, en el que también
participa el Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC).
Hay precedentes de
otros ejemplares que migraron desde América del Norte hasta el Báltico, hace
entre 1.200 y 800 años, y también se tienen registros de otros peces marcados
capaces de recorrer grandes distancias, de hasta miles de kilómetros. Especie
desprotegida en Europa, el esturión viajero era una hembra de 120 kg de peso y
2,5 m de longitud. Fue pescada de forma accidental a ocho metros
de profundidad, cerca de la playa de San Lorenzo de Gijón. Los resultados de la
necropsia revelaron que murió como consecuencia de la captura por los
pescadores.
Fruto de esta acción, su cuerpo estaba lleno de marcas de las redes
y cuerdas utilizadas. El ejemplar se conserva actualmente en el Centro de
Experimentación Pesquera de Asturias, en Gijón. En un primer momento, se
identificó como perteneciente al género Acipenser, pero los estudios moleculares y morfológicos
posteriores han concretado más y han revelado que se trata de un ejemplar de la especie Acipenser
oxyrinchus.
Los científicos creen que se trata de un ejemplar que nadaba en
solitario, extraviado, y están trabajando con expertos de Nueva York –del
Queens College y del NYU School of Medicine– para averiguar dónde nació. Dada
su rareza en aguas europeas, no está protegida como especie en peligro. “No
existe legislación específica que prohíba la pesca de esta especie en las
costas españolas”, alerta Elvira. Por eso los expertos piden que la UniónInternacional para la Conservación de la Naturaleza la considere como especie
en peligro crítico de extinción en Europa.
En los últimos años, en aguas de
Europa occidental solo se han localizado ejemplares de esta especie y de otras
dos del mismo género en Gales (Reino Unido), en la cuenca del río Garona
(Francia) y en la cuenca del río Po (Italia).
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