Si estás pensando en ponerte a
hacer ejercicio sin demasiadas complicaciones, la ciencia te recomienda, en
primer lugar, que te olvides del ascensor, asevera Elena Sanz en la sección Salud y cuerpo humano de la revista Preguntas y Respuestas n.º 36 de Muy Interesante. De hecho, antes de que existieran
las pruebas de esfuerzo, controlar la función cardiorrespiratoria después de
haber subido escaleras era un test fiable para averiguar si alguien estaba en
forma. Hace seis años, una investigación canadiense realizada con personas de
más de sesenta años demostró que esa actividad es dos veces más agotadora que
andar rápido, y consume un 50% más de calorías que levantar pesas o caminar por una rampa
inclinada.
Por su parte, científicos de
la Universidad de Roehampton, en el Reino Unido, comprobaron que subir cinco
pisos a pie cinco veces a la semana supone quemar una media de 302 kilocalorías si no nos saltamos peldaños, y
260 cuando lo hacemos de dos en dos. Los investigadores atribuyen la
diferencia no solo a que invertimos más tiempo en el primer caso, sino
también a que los pasos breves suponen una contracción más rápida de los
músculos y, en consecuencia, un mayor gasto de energía.
Los beneficios no terminan
ahí. En un artículo de Preventive Medicine se podía leer que dedicar 13,5
minutos al día durante siete semanas consecutivas a este ejercicio produce
mejoras fisiológicas importantes, como una ralentización del ritmo cardiaco y
un aumento de los niveles del llamado colesterol bueno.
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martes, 22 de marzo de 2016
¿Es verdad que se queman más calorías subiendo escaleras?
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